El clan de la Guarida del Fenris

A medio camino entre Ucrania y Rusia, sin que quede muy claro a qué lado de la frontera, se encuentra la Guarida del Fenris. Alejado de cualquier población y de los ojos curiosos, el núcleo urbano "cercano" de mayor importancia es Kiev, a varios cientos de kilómetros de distancia. El túmulo parece transportar a sus habitantes a las regiones del norte helado, bien acomodado en el centro de una extensa agrupación de colinas que le da al paisaje un aspecto propicio para revelaciones secretas y para encontrar los misterios de la vida. Desde el centro del lugar, sólo pueden apreciarse ingentes cantidades de territorio llano y helado, sin un lugar en el que esconderse o tender una emboscada. A lo lejos, se puede apreciar el controno de las colinas que le sirven de límite, y únicamente los mejores ojos pueden adivinar la silueta de las montañas al este. Estas montañas han sido escenario para numerosos ritos de paso o cacerías.


Desde el interior, parece un antiguo poblado medieval, constituído por cabañas dispuestas aleatoriamente. Sólo hay una excepción, la Gran Sala del Jarl, que puede medir unos 40 metros de largo y unos 10 de ancho. Esta construcción representa el poder terrenal de la Camada de Fenris, y sirve de hogar a su Alfa en la zona, Otto "Muerte veloz". En línea recta desde su puerta, durante las noches se alimentan antorchas que forman un camino directo hacia la gran hoguera, elemento que parece ser el´centro espiritual del túmulo. No se celebra rito ni celebración que no esté iluminada por dicha hoguera.

Alejándose de este punto, ya en las inmediaciones de las colinas circundantes, hay un pequeño bosquecillo, compuesto por coníferas propias de suelo montañoso, que apenas ofrecen refugio para ocultarse a la vista. En su centro, un gran árbol muestra sus raíces desnudas sobre el nivel del suelo, y es algo conocido por los habitantes de la Guarida del Fenris que representa una puerta al reino umbral del Campo de Batalla.


En la penumbra el lugar no cambia mucho, pues la influencia de Tejedora es prácticamente inexistente en sus alrededores. Sin embargo, puede apreciarse sin lugar a dudas la presencia del gran lobo Fenris, protector y guardián de este lugar de poder. Así mismo, es patente la influencia de los lobos Fimbul, que dan ese aspecto helado a centenares de kilómetros a la redonda. "Caza espíritus", el Maestro del Rito, un amable y curioso lupus, afirma que la presencia de estos lobos Fimbul tiene otro propósito, que no es otro que el de recordar a todos los Garou residentes en la guarida de las muchas afrentas proferidas por Wyrm y Tejedora contra la madre Gaia. No es raro encontrar espíritus animales en las inmediaciones, casi todos hijos del Fenris, como el Jabalí o los Cuervos, y los Godi (Theurge) que han pasado por este secreto lugar, afirman haber visto ardillas en la pequeña arboleda.

Aquellos que no pertenecen a la tribu, con pocas excepciones, desconocen tanto la localización como la existencia de la Guarida del Fenris, e incluso la propia Camada de Fenris desconoce su ubicación, con las únicas excepciones de los Mjorlnir, los elegidos por los líderes tribales para representar lo mejor de la Camada. Aquí son educados y forjados como los guerreros y protectores que todo Garou debería ser, con frecuencia desde la infancia, con el primer cambio aún lejano.


Desde la edad media, antesd e la aparición de los Fimbul, este lugar ha engendrado a los grandes héroes de la Camada de Fenris, en algunos casos incluso cuando las canciones cuentan que sus lugares de origen fueran otros.