Gunnar "Cinco Lunas"
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Gunnar "Cinco Lunas"
Tribu: Moradores del Cristal
Raza: Metis; Deformidad: Albino
Auspicio: Ragabash
Rango: Anciano
Posición: Ninguna reconocida. El Rey Blanco.
Raza: Metis; Deformidad: Albino
Auspicio: Ragabash
Rango: Anciano
Posición: Ninguna reconocida. El Rey Blanco.
Öle-Gunnar Andersson "Cinco Lunas" es un Garou envuelto en misterio para muchos, y tan sólo un enigma a medio desvelar para quienes le conocen. Como ocurre con todos los metis que alcanzan un alto rango, este hecho es de por si un dato a tener en cuenta. Resulta revelador que siendo miembro de una tribu urrah, sumado esto a su condición de metis, y a haber nacido en el auspicio menos fiable de los cinco, existan tantas canciones y leyendas contadas por los Galliard de todas las tribus. El problema es ese. Demasiada información para ser cierta en su totalidad.
Algo que si es comprobable y demostrable es su aspecto. Su condición de albino le obliga a protegerse del sol hasta tal punto que incluso de noche conserva su indumentaria, por costumbre quizás. Una larga gabardina de cuero, gastada por los años de uso. Ropa negra sin excepción, acompañada por guantes y sombrero y las eternas gafas oscuras. El pelo largo, blanco como el resto de su cuerpo, suele carle salvaje sobre los hombros, confundiéndose con la poco cuidada barba. En las escasas ocasiones en que se despoja de las gafas, sus ojos rosados, de aspecto enfermizo, hacen que sea difícil mirarle directamente. En todas sus formas, el tono albino de su piel y pelaje es obvio.
Sus orígenes noruegos han condicionado en gran medida su forma de afrontar la vida, y esto puede deberse a muchas cosas, pero fundamentalmente, a su familia. Padre Camada de Fenris, madre Morador del Cristal. Lo poco que se sabe a ciencia cierta de su juventud es que se dedicaba a atracar bancos virtualmente. Numerosas visicitudes le han acontecido desde aquellos días hasta el presente, momento en que puede reclamar su rango de Anciano.
Su tamaño desmesurado y la agresividad latente en todo metis, hacen de él una figura amenazadora aún cuando no lo pretenda. No obstante, esta impresión cede rápido, al escucharle expresarse. No se puede negar la influencia de Selene en él, pese a su prepotente nombre Garou. Cualquier Galliard decente puede relatar el motivo de tal apelativo. En determinado momento, siendo Fostern, a la llegada a un clan de la Camada de Fenris, el guardián le preguntó que para qué podría ser bueno en el lugar. Obviamente se interesaba de un modo indirecto por su auspicio, pero el albino respondió que podría hacer cualquier cosa que se le pidiese. Años más tarde, esta respuesta le valió el apelativo de Cinco Lunas.
Es de destacar un enorme ego en este hombre lobo, pese a su herencia... o quizás debido a ella. Solía presentarse añadiendo que era el portador de la "Furia Mestiza", aludiendo a su daga de colmillo como si de un arma sagrada se tratase, y algunos metis hablan de ella como si efectivamente lo fuese, pues Cinco Lunas fue durante mucho tiempo adalid de la causa metis. Pese a ello se le atribuyen buenas relaciones y lazos amistosos con la mayoría de los líderes mundiales de la nación Garou.
Los Ragabash le temen y aclaman por igual. Los Theurge le miran con desconfianza, pues son conocidos sus tratos con los espíritus. Los Philodox sacuden la cabeza al preguntarles por él, pues afirma haber roto cada renglón de la Letanía, excepto el referete a los Túmulos. Los Galliard le observan con los ojos brillantes, pues para bien o para mal, es una fuente de canciones y relatos. Y los Ahroun le respetan por su labor en el campo de batalla, dilatada y extensa. Es, en suma, la demostración de que el Rango pesa mucho entre los hombres lobo, pues hace palidecer cosas como ser metis o pertenecer a una tribu plebeya.
Los más prudentes añaden sin embargo que encierra un peligro bastante real el "adorar" a tal individuo. La línea por la que camina puede muy bien terminar al otro lado, transformándose en una espiral. Su irreverente falta de respeto por todo en el pasado no habla bien de las costumbres ancestrales a los cachorros. Y como siempre, depender de una sóla persona, siempre precede al desastre.
Las leyendas forjadas a su alrededor van desde viajes a la Umbra Profunda, hasta contactos con los espíritus Celestiales. No faltan quienes afirman que ha sido tocado por la madre Gaia, e incluso algunos insensatos defienden que ha recorrido la espiral sin corromperse. Los rumores más absurdos le atribuyen descendencia pese a ser un metis, estéril como todos. Otras historias cuentan que como Anciano Ragabash, ha perfeccionado el arte del engaño hasta el punto de poder imitar a cualquier ser, tanto en forma comoen aptitudes y habilidades. En Asia, algunos le llaman "el Dragón de occidente". Recientes viajes al Ciberrreino, la parcela tecnológica de la Umbra, parecen confirmar que también allí tiene lazos con los dirigentes del lugar.
En suma, no puede ser todo cierto...
Algo que si es comprobable y demostrable es su aspecto. Su condición de albino le obliga a protegerse del sol hasta tal punto que incluso de noche conserva su indumentaria, por costumbre quizás. Una larga gabardina de cuero, gastada por los años de uso. Ropa negra sin excepción, acompañada por guantes y sombrero y las eternas gafas oscuras. El pelo largo, blanco como el resto de su cuerpo, suele carle salvaje sobre los hombros, confundiéndose con la poco cuidada barba. En las escasas ocasiones en que se despoja de las gafas, sus ojos rosados, de aspecto enfermizo, hacen que sea difícil mirarle directamente. En todas sus formas, el tono albino de su piel y pelaje es obvio.
Sus orígenes noruegos han condicionado en gran medida su forma de afrontar la vida, y esto puede deberse a muchas cosas, pero fundamentalmente, a su familia. Padre Camada de Fenris, madre Morador del Cristal. Lo poco que se sabe a ciencia cierta de su juventud es que se dedicaba a atracar bancos virtualmente. Numerosas visicitudes le han acontecido desde aquellos días hasta el presente, momento en que puede reclamar su rango de Anciano.
Su tamaño desmesurado y la agresividad latente en todo metis, hacen de él una figura amenazadora aún cuando no lo pretenda. No obstante, esta impresión cede rápido, al escucharle expresarse. No se puede negar la influencia de Selene en él, pese a su prepotente nombre Garou. Cualquier Galliard decente puede relatar el motivo de tal apelativo. En determinado momento, siendo Fostern, a la llegada a un clan de la Camada de Fenris, el guardián le preguntó que para qué podría ser bueno en el lugar. Obviamente se interesaba de un modo indirecto por su auspicio, pero el albino respondió que podría hacer cualquier cosa que se le pidiese. Años más tarde, esta respuesta le valió el apelativo de Cinco Lunas.
Es de destacar un enorme ego en este hombre lobo, pese a su herencia... o quizás debido a ella. Solía presentarse añadiendo que era el portador de la "Furia Mestiza", aludiendo a su daga de colmillo como si de un arma sagrada se tratase, y algunos metis hablan de ella como si efectivamente lo fuese, pues Cinco Lunas fue durante mucho tiempo adalid de la causa metis. Pese a ello se le atribuyen buenas relaciones y lazos amistosos con la mayoría de los líderes mundiales de la nación Garou.
Los Ragabash le temen y aclaman por igual. Los Theurge le miran con desconfianza, pues son conocidos sus tratos con los espíritus. Los Philodox sacuden la cabeza al preguntarles por él, pues afirma haber roto cada renglón de la Letanía, excepto el referete a los Túmulos. Los Galliard le observan con los ojos brillantes, pues para bien o para mal, es una fuente de canciones y relatos. Y los Ahroun le respetan por su labor en el campo de batalla, dilatada y extensa. Es, en suma, la demostración de que el Rango pesa mucho entre los hombres lobo, pues hace palidecer cosas como ser metis o pertenecer a una tribu plebeya.
Los más prudentes añaden sin embargo que encierra un peligro bastante real el "adorar" a tal individuo. La línea por la que camina puede muy bien terminar al otro lado, transformándose en una espiral. Su irreverente falta de respeto por todo en el pasado no habla bien de las costumbres ancestrales a los cachorros. Y como siempre, depender de una sóla persona, siempre precede al desastre.
Las leyendas forjadas a su alrededor van desde viajes a la Umbra Profunda, hasta contactos con los espíritus Celestiales. No faltan quienes afirman que ha sido tocado por la madre Gaia, e incluso algunos insensatos defienden que ha recorrido la espiral sin corromperse. Los rumores más absurdos le atribuyen descendencia pese a ser un metis, estéril como todos. Otras historias cuentan que como Anciano Ragabash, ha perfeccionado el arte del engaño hasta el punto de poder imitar a cualquier ser, tanto en forma comoen aptitudes y habilidades. En Asia, algunos le llaman "el Dragón de occidente". Recientes viajes al Ciberrreino, la parcela tecnológica de la Umbra, parecen confirmar que también allí tiene lazos con los dirigentes del lugar.
En suma, no puede ser todo cierto...
KhuRro- Capitan
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