Aaron "Corazón roto de Hodur": El ecoterrorista alemán

Este Ragabash (Rotagar) llegó a la Estirpe del Fenris de la mano de una visión que compartió con la manada. En ella, sus miembros y Aaron eran los integrantes de la mesnada de Beowulf, el héroe nórdico que acabó con la vida de Grendel, el troll. Pese a lo extraño y raro del asunto, formó parte de la manada, que necesitaba un sin luna.

Su pasado, similar al de muchos metis, se iniciaba en un túmulo, en este caso en la Selva Negra, trabajando durante años como uno de los guardianes a las órdenes del Protector. Cuando accedió a su rango Fostern, abandonó el lugar y Alemania, buscando su sitio en el mundo. Lo encontró en la ciudad de Jarkov, donde un pequeño grupo de hombres lobo de su tribu intentaba gobernar y limpiar la ciudad de la influencia del enemigo. A las órdenes de un Athro, Else, y junto a otra media docena de Camada de Fenris luchó en las calles de la ciudad al tiempo que ocasionalmente trabajaba por libre, saboteando y atacando instalaciones relacionadas con Wyrm. Su escalofriante dominio de las armas de fuego y los explosivos, hacían de él un gran activo en la lucha contra Pentex y sus subsidiarias.

Los acontecimientos que desembocaron en la marcha de Else de Jarkov hicieron mella en su integridad, pues el que había sido lo más parecido a un mentor en su vida, había desaparecido, y con sombras de duda sobre su lealtad a la tribu y a Gaia. En ese momento inició una espiral descendente de autodestrucción que salpicaría a sus hermanos en la manada de la Estirpe del Fenris.

Esta espiral de autodestrucción finaliza con su expulsión de la tribu, junto a otros dos compañeros, Alistair Brujo de la Teluria y Natasha Sangre Fría, y posteriormente con la muerte, a manos del líder del recién formado Clan de la Libertad, Magnus Caza-por-placer, en una cacería dictaminada en su contra. En sus últimos momentos demostró valor al no huir siquiera de sus perseguidores, y un atisbo de iluminación, pidiendo que se le concediese la oportunidad de redimirse en el temible y duro reino umbral de Erebus. Lamentablemente a esas alturas se había granjeado demasiados enemigos y se le negó tal gracia.