On-Rol. Túmulo

Jimy se levanto del asiento, y decidio seguir a Hana.

- ¿Como se te da recibir unos azotes y dormir calentita? - pregunto otra voz, desde las sombras, con un siseo agrio.

Hace un segundo no habia nadie alli y ahora habia un hombre, alto, feo de narices y flaco como poco. - Aqui nadie se va esta noche de aventuras. Ya tendreis tiempo mañana, hoy a dormir. Los sacos estan dispuestos a lo largo de la plaza. Si no, a escuchar historias o jugar cerca de las hogueras - imponia cruzando sus brazos sobre su pecho.

No es que fuera un adulto demasiado imponente, pero esa manera de mirar, con el ojo vacio tan clavado en ellos, como con el que les veia.



En cuanto a William, ya estaba disfrutando de enlazar historias en torno al fuego, cedido el tiempo, por el Fianna, al ver tanta alegria en su manera de narrar.

- He entendido solo la mitad de la frase - reconocio incomodo el joven ruso, a Angus- Decidme, ¿esperais mucho de el?. Me he dado cuenta que lo mirais con... ¿admiración? - o eso parecia.

Ahora su mirada tambien estaba puesta sobre el pariente.

-Vosotros, la sangre joven, sois el futuro. William... y tú, y otros como vosotros quizás veréis la Última Batalla, y aún cuando no fuese así, sin duda engendrareis y educareis a la generación que lo haga, así que si, esperamos todos mucho de vosotros, y yo en particular de William- respondió Angus.

El joven ruso le asintio, pensando seriamente en la importancia de sus palabras.

Se llevo una mano ante la boca, para bostezar sin resultar maleducado y al acabar sonrio debilmente.

- Ha sido una grata conversacion. Si me disculpais el cansancio me puede ya, mañana si quereis, podriamos seguir hablando -

* La soledad es una ingrata a la que se le va va agarrando el gusto con un alto riesgo de acabar enamorado de ella. *

Había escuchado las palabras de los presentes pero el siquiera había pronunciado alguna, no debía hacerlo a menos que alguien le dirigiera la misma; aun Jesse seguía pensando qué carajo estaba haciendo allí y como….. Bueno eso poco importaba ahora, atente desde un rincón apartado del grupo como había sido siempre casi se identificaba con aquel sujeto medio muerto quien había pronunciado las palabras por encima de la pregunta de aquella Chica que había ofrecido salir de allí.
Seguramente alguien que tenia los mismos ideales que el pero entre ellos había una * Gran* diferencia, Ella si pertenecía al Clan y a este túmulo de alguna manera u otra; rebusco en sus pantalones hasta que dio con un atado de cigarrillos algo aplastados dentro del paquete solo quedaban tres, se llevo uno a los labios y luego tras dos intentos pudo prenderlo. Dio una sola bocanada y esto pareció relajarle un tanto más apartando las miradas o comentarios dentro de su mente que había recibido al entrar, ya era todo un logro tres días sin una patada en el culo, debía registrarlo en su diaria mental de * Me importa poco *.

El rostro de Jesse se dibujo con luz naranja al dar una nueva calada al cigarrillo, un joven de unos veinte pocos, algo venido a menos y con el pelo cortado por el mismo al parecer.



Sus ojos parecían estar rojos y no era por drogas, eso le parecía una estupidez, esto se debía seguramente a días sin dormir o simplemente en estos meses algo en su cabeza crecía y creía como una gran duda; una nueva calada y luego el cigarrillo se apago sobre el dorso de su mano y el allí estaba sin decir ni mu aunque en su rostro por una mueca escueta revelo una ligera molestia. Jesse giro su rostro hacia su hombro derecho y muermuro una palabras como si alguien le escuchara.... - Porque... no quiero estar aqui - Luego silencio o eso parecia - Cuando me dejaras partir o cuando me diran lo que realmente soy y me daran esa patada en el culo que dicen que merezco? - Pregunto a la nada aunque para el mas atento podria ver a un pequeño pajaro sobre su hombro.

De algún lugar de los alrededores surgió Duncan, o quizá no habías reparado en él anteriormente, total tampoco es un tipo que llame mucho la atención.
Cogió la botella y la puso sobre la mesa;

-Comparto esta botella con el que tenga pelotas de contar hoy y aquí una buena historia... una de esas que acaban con que nos meamos sobre los cadáveres de los del Wyrm... ¡Hoy me siento bien!

Con una leve sonrisa y un gesto de la mano, Angus hace ver al muchacho ruso que no se toma a mal que se retire. Tras ello y aprovechando el momentáneo descanso, centra su atención en su sobrino, del que sabe que no rechazará un desafío a contar historias, y menos aún mediando una botella en el asunto.

El muchacho, William, volvió la mirada hacia el hombre que había hablado, y parecía intentar averiguar si había mala intención en su "reto" o simples ganas de una buena historia y camaradería.

La joven Hana mostro una sonrisa tipica de una niña travieza ^-^
-O venga? quien ha dicho que fueramos huir, despues de todos somos jovenes , aunque parece ser que no todos* mirando a la extraña figura del adulto que le hablaba* estamos en la edad de correr un poco ya sabes, bajar la comida del estomago con... el escondite, el pilla pilla , aunque quizas.... es demasiado mayor para comprender algo asi, pero no se preocupe no sera algo para asutarse


Piensa: < Ja!! tu estas loco si crees que me vas a tener mas tiempo aqui controlada por un carcamal como tu. Aun no existe el carroza que me pueda mantener encerrada. >
Miraba de reojo hacia atras a ver quien estaba dispuesto a apollar su cuartada, y asi dejar callado al tipo, y huir con ella a la ciudad para divertisre todos.

Jesse levanto la voz y miro a la pequeña joven que emanaba aquellas palabras desde sus adentros, por alguna razón él deseaba tener esa fuerza o simplemente alguien que le oriente y eso sería más difícil que poder encontrar una lagrima en un océano; contuvo unas palabras… No por ser alguien que según tenía entendido ocupaba el cargo de guerrero era estúpido, sabia escuchar pero pocas veces hacia caso a las palabras dichas hasta que era demasiado tarde. Su vida fue y es dura desde que decidió valerse por si mismo al aceptar a duras penas su condición.
Su vista se perdió por un momento en la oscuridad de sus pensamientos, estaba como perdido cerca y tan lejos de todos los presentes; valía aclarar que Dallas era de pocas palabras.. no era por ser *El Malo* más bien solo se reservaba a terminar tirado por ahí con su vida pendiendo de un hilo.

El fuerte brazo de Oliver "Pelaje de Sol", rodeo el cuello de Jesse reposando la mano sobre su hombro derecho, apareciendo despacio.

- Jesse, en vez de quejarte, ¿por que no sales un rato a estirar las piernas? - le susurro coloquial, haciendo que se fijara en la joven figura de Hana y su amigo, reñidos por el maestro del desafio. - Apoya esa salida, y el dia de la patada estara mas lejos, compañero - solto su hombro, retiro la mano y se marcho caminando.

Era todo lo que tenia que decirle al Ronin, para ayudar de paso a la juventud, sin inmiscuirse directamente con "Dientes-Torcidos", el maestro del desafio.

Mientras en la hoguera...

Una joven afroamericana se atrevio a dar el paso. Alta y fibrosa, su mirada disfrutaba de la claridad acogedora del fuego, era el suyo un rostro clemente de atractivos ojos almibar y su cabellera trenzada en pequeñas rastras, desapareciendo tras sus hombros.

- Yo soy Serthu, "Cazadora de Mitos", cliath galliard de los Caminantes-Silenciosos y acepto de buen grado tu oferta - dijo señalandolo.

Se aclaro la garganta y empezo a narrar.

- Durante mucho tiempo ahora, los europeos han contado historias sobre temibles leones asesinos que se acechan en la sabana Africana. Los Garou europeos también tienen estos cuentos, pero en ellos, el enemigo es el hombre-leon, el Simba. Mi historia trata sobre uno de ellos, y el Garou que le dio muerte.

Las historias Garou cuentan que hubo una vez un Caminante-Silencioso llamado Nyubi Mataperdiciones. Nyubi era un Ahroun y un explorador de la naturaleza. Habia cruzado el globo en busca de aventura y de engendros del Wyrm para matar...y ahora se encontraba en las mas oscuras selvas de Africa. Cuando atravesaba los bosques, Nyubi podia sentir un profundo mal a su alrededor, y cuando se dirigio al sur, este sentimiento de mal solo se incremento.

Termino cruzando la selva profunda, y encontro un pueblo en la sabana, un pueblo colonizado por los britanicos. Le habían hablado de este lugar, y el esperaba encontrar a alguien con quien hablar, pero, cuando llegó al pueblo, solo encontro tres nativos gravemente enfermos. En su crudo ingles, le dijeron a Nyubi que trabajaban para los britanicos... cuando todavía estaban aqui. Le dijeron que todos los demas huyeron cuando llego Caraya.

Caraya, le dijeron, era un inmenso leon, mas grande que cualquierotro; también el mas astuto y sanguinario. Nyubi se figuró que esa era la fuente del mal que habia sentido y decidio cazar a la criatura del Wyrm.

Durante seis dias con sus seis noches cazador y presa se enfrentaron en la selva. Unas veces se imponia el leon y otras el lobo, hasta que ambos se agotaron. Despues de esta larga caza
Nyubi encontro finalmente la guarida donde la bestia se habia retirado a recuperarse. Caraya le esperaba en lo mas profunda de esta y para su sorpresa convirtido en un hombre-león no muy diferente de la forma crinos de un Danzante de la Espiral Negra, y el Caminante-Silencioso supo que le esperaba una gran lucha.

Despues de horas de combate agotador, Caraya tenía a Nyubi contra las cuerdas. Cuando los colmillos del leon posaron sus venenosas puntas sobre él, el valiente Ahroun confio su esperanza en la ayuda de los espiritus de Gaia, suplico a estos, y funciono. El poderoso Buho vino y dio la vuelta a la situacion, con un golpe de sus alas distrajo a la terrible bestia y Nyubi pudo dar el golpe final con sus garras matando a la horrible bestia, despues tomo sus garras como simbolo de su victoria.

Esta historia ha sido contada desde entonces en las reuniones de los Caminantes-Silenciosos, como señal de gloria para Nyubi, y respeto para Buho-

Al finalizar miro a Duncan, y luego a su alrededor, esperando por si alguien mas se animaba a contar otra historia.

Duncan miró a su alrededor, estiró un poco el cuerpo a la espera de que alguien se apuntase...

-Vamos a ver ¡Señores! ¡Esto de aquí es cerveza feérica! ¡Licor Fianna! Venga ya que lo he traído desde una remota tierra, que me tenéis hoy fácil, contad una historia de como cogimos al Wyrm entre unos cuantos en otra vida y le metimos el rabo hasta por las pupilas.
¿Es que no hay ningún Galliard aquí? Como no se apunte alguien me pondré a cantar y eso es algo que puede provocaros el Harano ¡Vamos coño! ¡Arriba el ánimo!

Tras escuchar las palabras de la chica en la hoguera.

-¡Cojones! ¡Eso es! ¡Ostias durante días y noches, a mamarla el Simba de mierda! ¡Vivan los Garou y vivan nuestros cojones! ¡Siéntate aquí conmigo morena y comparte un trago conmigo, otra por Gaia, otra historia, otra que mañana con historias así la liamos parda!

-Eh ¡Escuchad! Somos los más fuertes de toda Gaia ¡Es el Wyrm el que tiene que tenerle miedo al Lobo! El lobo espera en la puerta y ... joder... sí... que me gustan las historias.

-Yo no soy Galliard pero soy Fianna y lo mismo me arranco y os cuento una... pero mejor que vayan los Galliard primero, que seguro que os las sabéis bien, ¡Y es más bonito escuchar!

Duncan se queda allí y si la Caminante se sienta a su lado comparte un trago con ella y "como el que no quiere la cosa" le pasa el brazo por los hombros.

Jesse se sorprendió por un instante al sentir dicho contacto que Pelaje-de-sol le dirigió cuando le rodeo con el brazo, escucho aquellas palabras y ni bien el orador abandono la conversación se levanto del lugar y camino hasta llegar a Hana y los demás.

Creo que la chica tiene razón, podríamos ir a caminar un poco… Comento para luego quedar en silencio y tras unos segundo de palabras mudad otras tomaron forma y fueron audible – Recién han llegado y quizás sea bueno que conozcan un poco el lugar… - También a el le faltaba mucho por conocer y que mejor oportunidad para hacerlo o realmente huir antes de que Susurro-veloz el pequeño pájaro que le seguía se diera cuenta.

jimmy dudaba si seguir a hanna, o quedarse escuchando historias. Por un lado deseaba hacer algo mas divertido, pero por otro entendia que era mejor no enfadar a aquellos que le ofrecian comida, y una cama.

-Hana.. alcohol gratis... tu piensalo, en serio..

Jimmy se acerca al lugar de las hogueras, y en silencio bebe y escucha.

No fue por sorpresa, le escucharon llegar, sus pasos secos, firmes de quien avisa *ahi te voy* esperando, rezando, no toparse con nadie, bueno, esperando es mucho decir, cuando lo vieron aparecer entre la oscuridad, era un poco menos de lo que se esperaba por su caminar tan firme: era apenas un muchacho, parecia hasta fragil, con la mirada de drogadicto en el cielo, continuaba su camino sin mirarlos, hasta que sin previo avizo se tropezo, dio dos largas zancadas para equilibrarse y no caer - ¡Puta madre! - espeto al aire, y entonces, solo entonces los vio, ahi rodeando la hoguera, al ver su cara de espanto, la teoria de que se acercaba al fuego y a la divercion quedo, inmediatamente, descartada.

-- perdon, voy de paso. -dijo el extraño (garou de paso, seguro)apresuradamente, como el lobo solitario gruñe cuando sabe que viene la batida anual y no hay otra opcion mas que abandonar y alejarse. Dio un leve giro en sus plantas enfundadas en tenis viejos y gastados para rodear un poco mas apartadamente la fogata, en su camino el que le quedo mas cerca fue Jesse, se paro, aún con la incomodidad, para prender un cigarro largo con aroma a mentol, en el movimiento, diviso al ave incorporea en el hombro de Jesse. Él tenia unos ojos frios urgidos, pero aun asi con una sonrisa deformada por el hastio que le parecia causar la congregacion, le sonrio al pajarillo y luego continuo su lenta huida.


(OFF: no odian cuando en su primer post, despues de escribir una proza bellicima.. la pagina se les cancela sin ustedes haber guardado? sublime...)

Serthu agrecio con una sonrisa la acogida de su historia y con delicadeza se deshizo del brazo de Duncan, con un suave pasar de la mano, para quitar tales cercanias.

El extraño que huia habia entrado al fuego en un mal momento, justo un grandullon de aspecto sencillo se habia acercado al fuego, desde las sombras en las que parecia estar mas acogedor, cuando sus palabras lo dejaron seco en el sitio y rojo de ira.

- ¡Tu, extraño. Ven aqui a escuchar mi historia! - a ningun galliard le gustaba ser interrumpido, aunque ni hubiera empezado a hablar.

El grandullon vestia con sencillez, pero se adivinaban musculos y se veian cicatrices en los brazos, finas cicatrices. Asi como se delataba en su tribu, por el colgante que descansaba en su pecho, con el glifo de la misma. Wendigo.

- Soy Huruk, "Portador de Colmillo-Hambriento" y has interrumpido cuando iba a narrar mi historia. La historia de mi lanza Klaive -

(entra en Túmulo)

Hacia unos cuantos minutos que habia llegado desde un viaje largo, habia sido llamado y por más que no quisiera tuvo que acudir, no tenia otra opción, ahora ahí se encontraba al resguardo de la oscuridad mirando como todos aquellos bestias se divertian como animales en los viejos tiempos, hogueras, bebidas feericas, historias, solo faltaba un viejo de barba larga y bastón que saliera a dar su discurso.



Jonathan saco un cigarrillo del interio de su saco. lo encendió y espero a que aquél que lo habia convocado diera la cara, mientras disfrutaría del espectaculo que se presentaba ante sus ojos.

Se quedo petrificado, espero un segundo exacto, rezando porque ese "tu, extraño" no se refiriera a él, pero sentia la mirada quemarle el costado, al final, con resignacion se volteo hacia Huruk, reconocio la runa de los Wendigo (despues de todo, las unicas runas que se sabia eran las de las tribus y lejanamente)

-- perdon por interrumpir. Soy Alex -musito con cara de poker- no lo hare de nuevo. - se quedo en su sitio, dispuesto a escucharle y marcharse luego, una historia no mataba a nadie: los que mataban eran los garou. Por ese razonamiento, no dio ni un paso para acercarse mas, sin embargo relajo su postura y presto atencion.

- ¿No eres tu el que fue Ronin?, quizas fuera por cosas como estas - se rio de el, una figura entre las sombras de la hoguera. - Amigo Wendigo, no aceptes sus disculpas asi a lo pronto, puede que no sean muy sinceras - La magia de las historias estaba desvaneciendose rapidamente, sustituida por una de terreno mas peligroso.

Para Jonathan, aquella voz significo la llamada que estaba esperando. La reconoceria en cualquier parte. Era Dominic "Juicio por la sangre", el philodox que una vez formara manada en el pasado con el. Uno mas, de los cuatros señores de la sombra, que ahora mismo visitaban el clan de los roehuesos.

Se mordio la lengua, casi podia sentir el veneno danzando en sus cuerdas bocales, queria responder, la sangre y la rabia le impulsaban a responderle a aquel cizañoso garou, era nuevo en el tumulo, era neuvo en el tumulo, hacia nada era un ronin y finalmente le habian aceptado, habia entrado en contacto incluso con un espiritu de alto rango y este le habia aceptado.

"soy un roehuesos, concentrate... ¿q coño haria un roehuesos en una situacion asi? ahh... mierda..."

Hizo una mueca despectiva hacia nadie en general, luego volteo hacia Dominic y le saludo con un movimiento de cabeza, por no ser descortes y dando una calada profunda, volvio toda su atencion ha Huruk, esperando con la relajacion de un drogadicto recien fumado y una sonrisa tonta en su cara provocada por sus pensamientos:

"si fui un ronin fue porque el imbecil espiritu encargado se perdio y deambule solo durante años, vengan a decirme q es mi culpa. agradezcan que no enloqueci."

-¿Lo vez? -sonríe triunfante por el apoyo de Than ante aquel adulto con aspecto algo desagradable. Sin embargo su sonrisa no duro tanto como quisiera. Al escuchar las palabras de Jimmy esta desapareció.
Mira al joven Jimmy dirigirse hacia la hoguera < ¿Como puede renunciar a su libertad y dejarse manejar por un adulto? > Aprieta el puño < En fin, es su libertad, no la mía, yo no voy a dejar que me manejen tan fácilmente. >Hecha una leve mirada a su nuevo apoyo en la salida.
- Los jóvenes necesitamos estirar las piernas de vez en cuando, tanto comer…¿Queréis acaso engordarnos y convertirnos en cerdos mal sanos?
Esta vez en su mirada se ve un ligero brillo desafiante y ganadora. Esta vez ese adulto no tendría más remedio que dejarles marchar.

(Entra al Túmulo)

Ayshane aspiró aire profundamente, mirando a su alrededor, observando cuán diferente era de donde provenía, de su hogar.

Tragó saliva al recordar todo lo que había dejado atrás por un solo error e hizo una mueca, se lamió los labios y observó de reojo a Mischa, quien parecía mucho más tranquila y más segura de estar ahí.

Ni entendía para qué las habían mandado... ese maldito de Flor... y su padre de pilón.

Se pasó la mano derecha por la frente, ligeramente perlada de sudor, la temperatura incluso era un tanto molesta.

A pesar de llevar ya tiempo en EEUU, no se acostumbraba a ella, deseaba el frío de su natal país y de momento, recordó que su madre seguramente mañana prepararía panquecitos.

Chasqueó la lengua y al ver que Mischa seguía adelante, la siguió, afortunadamente había conseguido más ropa en el túmulo antes de partir y había logrado meterla en una mochila, si no... bueno, pues sólo tendría su ropa dedicada y listo.

Y es que ahorita mismo, esas ropas estaban guardadas en la mochila, porque no las soportaba con semejante calor.

< Extraño mi casa > gruñó por enésima vez a Mischa.

(Entra al túmulo)

No se podía creer que de nuevo estuviera pisando suelo americano. Menudo embrollo, pues habia jurado no volver, pero ya estaba metida en el meollo del asunto para cuando tuvo que escuchar las órdenes del Padre de Ayshane sobre viajar y experimentar en américa.

Dos meses fuera, hubiera querido no regresar. Su cabeza iba a mil por hora, preguntándose si él la buscaría, si ya se había enterado, si las Furias habían abierto la bocota, si todo no era más que un ardid para hacerla volver.

El corazón le dolía.

Estaba tan sumida en sus pensamientos que olvidó por completo a Ayshane. Se detuvo para caminar junto a ella y escucharla. Parecía que el calor la estaba poniendo de mal humor.

<A mí también me gusta más el frío ruso, ese clima me sienta bien. Y no te quejes, yo tampoco queria venir a la mia... y mira como terminamos por... ESO.>

Le extendió una cantimplora con agua fresca, mientras se internaban en el territorio del túmulo. Justo entonces empezaron a oír voces cercanas, y a sentir el calor "humano" cerca.

- Buenas noches, perdón por interrumpir... me llamo Mischa y ella es Ayshane, somos Ahroun, de los Colmillos Plateados -miró alrededor para recordar los rostros de todos- ... ehm.... hola!!!!

Mischa vestía un vestido corto blanquísimo y unos zapatos del mismo color. A espaldas llevaba un morral con sus pertenencias.

¿Creo que me pasé con la practicidad no? -susurró a Ayshane.

Ambas muchachas eran bastante bonitas, pero esto era lo menos importante, comparado con el inusual pero magnífico porte que traian con su presencia.

Había tomado la cantimplora y bebido largamente, pero el agua ya no estaba fría, no... si no tibia y ella gruñó levemente.

<Créeme que si fuera por mí, no habríamos fallado, habría... bueno, tú sabes>

Y luego la miró presentarse ante todos ellos, vaya con las manchas... Ella, en cambio, traía un conjunto de pantalón y blusa blancos, limpísimos, una capa azul real y botas azules, con tacón cuadrado... y parecía recién salidos de la tintorería.

¿Qué no conocían el jabón y...?

Y recordó que la mayoría eran roehuesos y volvió a suspirar...

Bebió otro trago más y miró a Mischa.

<Naah...> remeó - pero si para nada...

Por Halcón, por qué había fallado? Podría ahora mismo estar con un chocolate caliente y panquecitos de chocolate...

- Buenas noches - eso sí, tenía que ser educada - es un placer conocerlos.

No, no era cierto, pero bueno, tenía que ser educada...

Y luego se reprendió a sí misma, ellos no tenían la culpa de nada...

Aspiró aire y ladeó la cabeza a la derecha, bebiendo un poco más y contando hasta 100...

Sí, tenía que tranquilizarse, nadie tenía la culpa por su exasperación.